Luis Jofré de Loaisa
Don Luis Jofré de Loaisa nació en Santiago de Chile y era hijo del General Juan Jofré y de doña Constanza de Meneses . Siguió las huellas de su padre, tanto en las empresas de guerra como en las actividades industriales. Heredó la encomienda de Petorca y poseyó casas, viñas y estancias en Nuños, Chiquén, Peteros y Villavicencio. Fue Regidor y Alférez Real de Santiago en 1581 ; en 1593 Martín García Oñez de Loyola lo nombró su lugarteniente de Capitán General y Corregidor de Cuyo. Reedificó la ciudad de San Juan y fundó la de San Luis de Loyola, pagando de su propio caudal a los soldados que le acompañaron. Volvió a Chile en 1596, sufrió un proceso criminal y fue condenado a una multa en dinero y confinamiento en el mismo territorio chileno.
Comisionado por el Gobernador Pedro de Vizcarra, llevó al Perú la noticia del desastre de Curalava y de la muerte de Loyola, ocurrida el 23 de diciembre de 1598. Por sus grandes servicios y experiencia en la guerra, Quiñones lo nombró maestre de campo general el reino de Chile. El 22 de agosto de 1611 hizo su testamento en la Ciudad de Santiago, donde falleció ese mismo año y fue enterrado en el Convento de Santo Domingo.
Había contraído matrimonio en la imperial, en 1588 con doña Francisca de Gaete y fueron sus hijos Juan, Luis, Diego, Beatriz y Luciana. Tuvo particular devoción por Nuestra Señora a la que dedicó la iglesia de la Ciudad que fundó en 1594 en la Punta de los Venados. Magnánimo y agradecido dispuso en su testamento que se repartiesen mil ovejas entre los indios de su hacienda de Peteroa, así como ordenó que sus esclavas Isabel y Elena no fuesen vendidas. Si bien el fundador de San Luis firmaba Jufré, la forma Jofré aparece ya en documentos del Siglo XVII y es la que adoptan sus descendientes.