Capitulo XV
Un horizonte de progreso
CAPITULO XV
UN HORIZONTE DE PROGRESO
El gobernador constitucional
Difícil de transitar era el camino de la constitucionalidad. Así lo
revela el contexto de la ley sancionada el 28 de diciembre de 1855,
tras ser calificada la validez de las elecciones de Representantes para
la primera Sala Legislativa Constitucional. Su artículo 19 determina:
"Apruébanse las elecciones que se han hecho para Representantes en los
ciudadanos que a continuación se expresa: por el primer departamento,
en don Feliciano Trinidad Barbosa; por el tercero, en don Esteban
Adaro; por el sexto, en don Nazario Céliz y don Victorio Ortiz; por el
séptimo, en don Juan Francisco Loyola y don Santiago Laborda; y por el
octavo, en don Narciso Ortiz."
y en el artículo 29 se lee:
"Anúlanse los nombramientos verificados en los ciudadanos siguientes:
en el primer departamento, don Bernardo Bazán por impedimento físico
que el
mismo ha justificado; en el segundo, don Raymundo Barroso, por hallarse
comprendido en los que excluye el artículo 16 de la Constitución de la
provincia; en el cuarto departamento, don Felipe Saá y don Fabián
Barroso, por nulidad ocurrida en el acto de las elecciones; en el
quinto, don Benjamín del Moral y don Carmen Garro, por estar excluidos
por el artículo 15 de nuestra Constitución."
Efectuada una nueva elección, por ley sancionada el 4 dé febrero de
1856 se aprobó el nombramiento de los siguientes ciudadanos: por el
primer departamento, don Mauricio Daract; por el segundo, don Juan de
Dios Calderón; por el cuarto, don Carmen Adaro y don Román Quiroga; y
por el quinto, don José Santos Ortiz y don Liborio Guiñazú.
Se completaba así el número de trece diputados que establecía la
Constitución, aunque no todos se incorporaron oportunamente, según lo
demuestra con esta acta memorable:
"En la ciudad de San Luis, a los veintiún días del mes de febrero del
año de mil ochocientos cincuenta y seis, en virtud del decreto expedido
por el Poder Ejecutivo provisorio con fecha diez y nueve del actual,
que designó este día para la solemne instalación de la primera Sala
Legislativa Constitucional. Reunida con este objeto la Sala de
Representantes provisorias, presididas por su presidente don Valentín
Bargas, incorporadas también a ella los señores Diputados
Representantes para la primera Legislatura Constitucional, que se
expresan: don Feliciano Trinidad Barbosa, don Mauricio Daract, don Juan
de Dios Calderón, don Esteban Adaro, don Carmen Adaro, don Román
Quiroga, don Victorio Ortiz, don Nazario Céliz, don Juan Francisco
Loyola, don Santiago Laborda y don Nazario Ortiz. El Señor presidente
dio por abierto el acto y dispuso se procediese a la lectura del
decreto del Poder Ejecutivo, que señala este día para la instalación de
la Legislatura Constitucional, ordenando lo hiciese el prosecretario.
Terminado esto, una comisión compuesta de cuatro Representantes se
dirigieron a la casa del excelentísimo señor Gobernador a invitarle
concurriese al local de la Sala de Representantes, lo que verificado
que fue y posesionados de sus asientos, el señor Gobernador y el señor
Oficial 19 encargado del Ministerio General, S.E. proclamó en alta voz:
"El Gobierno, en cumplimiento de su deber,
declara instalada la primera Legislatura Constitucional de la
Provincia". Con lo cual quedó concluido el acto."
Al día siguiente, la Sala dispuso que el 6 de marzo se realizase en
todos los departamentos de la provincia la elección de los
Representantes que debían doblar en número a los de la Legislatura para
elegir el primer gobernador constitucional, nombramiento que recayó en
don Justo Daract, según expresa el acta del 9 de abril, suscripta por
los siguientes Diputados: Feliciano T. Barbosa, Juan de Dios Calderón,
Tomás Prieto, Román Quiroga, EstebanAdaro, Calixto Ortiz, Justo
Sánchez, José de las Nieves Céliz, Francisco Bázquez, Manuel Arias,
José Nazario Céliz, Martín Lucero, Felipe Saá, Juan Francisco Loyola,
José Nepomuceno Poblet, Carmen Adaro, José Quiroga, Santiago Laborda,
Mauricio Daract y José Narciso Ortiz.
Daract prestó juramento el 11 de abril y ese mismo día la Sala mandó
reconocerlo "en todo el territorio de la provincia como tal Gobernador
constitucional por el período de tres años". Una nueva época comenzaba;
pero las sombras eran tan antiguas como la mezquindad y la sordidez que
el hombre arroja sobre el hombre. De ahí que, por esos días, Daract
escribiera:
"Profundamente sensible le ha sido a este gobierno ver el ningún efecto
favorable que han producido los constantes esfuerzos del excelentísimo
Gobierno Nacional para atraer a la provincia de Buenos Aires a la unión
nacional. Muy notorio es que la mayor parte de sus actos, desde su
instalación, no han tenido otro objeto que el contener el
desenvolvimiento de las pasiones rencorosas y mantener inalterable el
orden político, para que la solución de las complicadas cuestiones que
debía ofrecer la incorporación de aquella provincia hermana, fuera la
obra de la discusión pacífica y no la de una guerra fratricida.
"Inútiles han sido también los medios que ha empleado el excelentísimo
Gobierno Nacional para presentar a la provincia de Buenos Aires una
ocasión oportuna en que pudiera echar un velo sobre sus extravíos
pasados y volver a la asociación argentina, asegurando con este noble
acto la vida y fortuna de la mayor parte de sus hijos, que tan
cruelmente son sacrificados por las tribus bárbaras del desierto. Pero
parece que los opresores de aquella provincia, desoyendo la voz de la
razón, manifiestan una tenaz resistencia a toda reconciliación racional
y sólo pretenden ostentar contra el voto general de la Nación el
dominio absoluto de una minoría de la gran familia argentina.
"El crédito de la Nación, mortalmente herido por la alevosa agresión
perpetrada -por un miembro de los que forman el Gobierno de Buenos
Aires, en medio de la paz general y con tropas de dicha provincia, es
un hecho que merece una pronta y condigna satisfacción por parte de la
autoridad agresora. Doloroso sería que por una tenaz negativa de ésta,
el Gobierno Nacional se viese arrastrado por la fatal necesidad de
poner en acción el recurso de las armas. Pero, por bien sensible que
sea este paso, sería imprescindible para reivindicar los derechos de la
nacionalidad argentina, tan impune como bárbaramente ofendidos."
Este pensamiento vivo de Daract -tan diestramente escamoteado por más
de un escriba mitrista- no podía dejar de producir reacciones,
disimuladas a veces bajo la defensa de intereses comerciales. Por eso
don Juan Esteban Pedernera, desde el otro lado del Desaguadero, el 20
de mayo escribía a su comprovinciano:
"Si la prensa de Mendoza, bajo el rubro Constitucional, se ha expresado
desfavorablemente respecto de esa provincia, yo puedo a usted asegurar
que en lo sucesivo se moderará. Esto lo fundo en que he hablado con el
señor Gobernador, y éste me ha contestado del modo más satisfactorio,
cuyos pormenores diré a usted luego como nos veamos."
Empeñábase Pedernera en vigorizar el optimismo del gobernador puntano y el 9 de agosto le decía, en carta datada en Paraná:
"Las vistas sobre nuestro estado político son las más halagüeñas: el
país camina en medio del más perfecto desarrollo físico y moral;
colonizaciones; navegación de los ríos; inmigración universal; Banco;
mercado propio, garantías y solidaridad en las masas, es en conjunto el
bosquejo más pintoresco que puedo hacerle.
"El cambio de gobernador en la provincia de Santa Fe acredita esto. El
Gobierno Nacional no ha tenido más parte, en este asunto, que la de
mandar a uno de sus ministros para que todo estuviese a sus órdenes. Ha
desaparecido, pues, el poder de las bayonetas; la fuerza moral nos rige
y esto se debe al tino y sabia política del Presidente, consecuente con
su programa. Santa Fe hoy es la barrera en que se estrellarán las
tentativas del círculo demagogo de Buenos Aires, y persuádase usted que
jamás cederá esa provincia ante las instigaciones de los descontentos,
y el Gobierno tiene en ella su más perfecta garantía."
A pesar de estas bellas palabras, Daract presentó su renuncia el 12 de noviembre de 1856. Al desestimarla, expresaba la Sala:
"Insuficiencia, falta de prestigio y de salud, son los motivos
expuestos por V.E. para renunciar al cargo de Gobernador de la
provincia. Respectoa las dos primeras, la Sala no puede reconocerlos
como causas suficientes para dar acogida a la solicitud de V.E.; más
bien cree que es un temor infundado, emanado del buen deseo y de un
exceso de celo por el progreso del país. Respecto al tercero, la Sala
de Representantes no negará a V.E. las concesiones necesarias para
reponer su interesante salud, una vez convencida que los trabajos que
requiere la alta posición en que la soberanía popular le ha colocado,
son incompatibles con el estado de aquella.
"Los fervientes deseos que V.E. manifiesta por el bienestar y felicidad
de su país, son un motivo más para que esta Honorable Corporación exija
de V.E. algunos sacrificios indispensables en la azarosa época que
atravesamos, si hemos de llevar a cabo nuestra regeneración política y
arraigar la
paz y el orden y la justicia en nuestro amado suelo.
"La Sala podría acceder a su solicitud, si con la admisión de la
renuncia de V.E. tuviese la seguridad de mejorar la suerte del país,
pues en tal caso, sería de su deber sacrificar la parte por el todo.
Mas, como el remedio que V.E. propone para aliviar los males que nos
amenazan, es peor que la enfermedad misma, y por consecuencia,
empeoraríamos nuestra situación, la Sala se ve en la dura necesidad de
no admitir la renuncia que V.E. se sirvió elevarle, porque el bien
público y salud de la patria así lo exigen."
Daract, con fecha 24 de noviembre, insistió en su renuncia y la Sala,
luego de mencionar "el patriotismo, la honradez, la magnanimidad y
demás virtudes cívicas que tan señaladamente caracterizan a V.E.", le
pedía que no persistiese en una actitud peligrosa para la provincia:
"En tal concepto, la Honorable Representación de ningún modo puede
convenir que la suficiencia, opinión y prestigio de V .E. no sean más
que bastantes para que en una época de orden constitucional y al apoyo
de la paz que hoy disfruta la República, no pueda marchar por la misma
senda que V.E. ha sabido trazarse, con igual crédito, con igual
acierto, dignidad y energía que se le ha visto desplegar en la época
azarosa de su gobierno provisorio. Antes bien se persuade que la
resistencia de V.E. a deferir a las convicciones y empeños de este
Honorable Cuerpo es hija solamente de una modestia ejemplar, a cuya
vista estos poderosos elementos que positivamente posee y es notorio a
todos los puntanos, aparecen sin duda como imperceptibles, comparados
con .la altura, magnificencia y dignidad en que el carácter empresario
de V.E. desearía ver colocado su país natal."
Como Daract, el 22 de diciembre, insistió en que se le admitiera su
renuncia, por orden de la Sala su presidente don Feliciano Trinidad
Barbosa debió decirle "por última vez":
"Que la Honorable Representación, que ha jurado propender a la
ascensión y sostenimiento de todo principio que tienda al bien público
y bien general del país, y a cuya firmeza y lealtad ha librado la
suerte y su porvenir el pueblo puntano, no puede sin faltar a este
deber tan sagrado, sin traicionar su propia conciencia y sin cargar
sobre sí una responsabilidad inmensa, acceder a la solicitud de V.E."
Admitía, como única causal positiva, la salud quebrantada del
gobernador. Y, tras considerar irreales todas las demás, expresaba:
"y si no ¿ quién podrá merecer mayor confianza y disfrutar de más
prestigio entre sus conciudadanos que quien ha podido por sus esfuerzos
salvar al país del incendio de la anarquía, sacarlo de una vil
postración y establecer, en cambio, el orden, la paz, el progreso, los
derechos y garantías constitucionales? ¿ Quién llamará insuficiente al
ciudadano que, sin más recursos que los que ha sabido arbitrar con su
inteligencia, erogar su patriotismo y obtener su crédito personal, y
sin más elementos que los que proporcionara el aislamiento y la
indiferencia, ha podido en pocos días cambiar la situación precaria de
un pueblo que yacía en la abyección, hasta colocarlo en actitud de
figurar en el rol de los pueblos libres, bajo el imperio de las leyes,
como está manifiesto ?"
Urquiza también se alegró de que no hubiera cambios en San Luis. y el 15 de marzo de 1857 manifestaba a Daract:
"Mucho placer me ha causado su apreciable carta fecha 20 de febrero, al
observar que no había apelado en vano a su patriotismo y abnegación
para'
excitarlo a continuar al frente de esa provincia, en donde sus
intereses particulares lo requieren y los de la causa nacional, que ha
contado siempre en usted un colaborador muy decidido."
El 13 de junio de 1857 el gobernador puntano dirigió su primer mensaje
a la Sala de Representantes. Su respuesta constituye otra página
honrosa para la biografía de Daract, ese solitario constructor:
"Penetrada esta Honorable Representación del espíritu progresivo y
patriótico celo que anima a V.E. por la organización, bienestar y
engrandecimiento del suelo que lo vio nacer, obligan altamente la
gratitud de ella y por tanto, le rinde a nombre de la provincia un
elocuente voto de gracias, felicitándole cordialmente porque ahora,
como en todo tiempo, su marcha política ha estado basada en los
principios de un verdadero republicano y digno magistrado; puntos
primordiales que aseguran la vida, la libertad, la prosperidad y
derechos del ciudadano; cuyas tendencias las ha manifestado más de una
vez en los actos de su administración pública."
En forma similar, el 4 de agosto de 1858 juzgaba la Sala Legislativa el segundo mensaje, dirigido por Daract el 15 de mayo:
"Que la Honorable Sala de Representantes se ha complacido altamente en
examinar ese documento, y al tomarlo en consideración, ha hallado
justificados como siempre los sentimientos de patriotismo, civilidad y
buena inteligencia que más de una vez habéis desplegado por la
prosperidad y bien general del país; cuya política, estrictamente
ajustada a los principios constitucionales que nos rigen, ha sido la
medida salvadora de cuantas exigencias aquejaban a la provincia, y la
que ha podido regularizar su situación a que la habían conducido hechos
de funestos recuerdos.
"Que, asimismo, espera confiadamente que vuestro constante conato en la
conservación de la paz y tranquilidad de vuestros gobernados, el
interés vivo que manifestáis en mantener y cultivar las relaciones de
amistad con las demás provincias hermanas, el progreso físico general
que se hace sentir en todos los ramos de conveniencia pública, el justo
equilibrio en que os esmeráis sostener la dignidad eclesiástica con la
temporal y, por último, el sentimiento religioso que como base de toda
moral os anima para proteger las instituciones piadosas de
beneficencia, y no menos las que tienden al desarrollo de las
facultades intelectuales -que sin ellas no hay sociedad culta-, son
otros tantos fundamentos para no dudar que el país entero, como la
Honorable Representación, aprueba vuestros actos gubernativos, y en lo
sucesivo terminaréis vuestro período lleno de la gratitud de vuestros
comprovincianos."
La admirable personalidad de Daract aparece iluminada por el recio
decir de Urquiza, quien el 24 de diciembre de 1858 escribía al
gobernador mendocino don Juan Moyano:
"He visto con sorpresa que el Constitucional de Mendoza, en unos
artículos titulados "Apuntes para los Exmos. Sres. Comisionados" arroja
siniestras sospechas de connivencia en el asesinato del general
Benavídez sobre la acrisolada reputación del excelentísimo gobernador
de San Luis, mi distinguido amigo don Justo Daract.
"Es una infamia. No tengo palabras con qué calificar tan negra injuria
a una de las admones más patrióticas del país, que más se han
distinguido en su adhesión a la autoridad nacional y en su decisión por
nuestras instituciones.
María el general Juan Saá. y el 1º de febrero de 1886, en Buenos Aires, se apagó la vida de Pedernera.
Segundo góbierno de Concha -Gobierno de Orellano
Luego de asumir el mando por segunda vez, don Zoilo Concha designó
ministro de Gobierno al doctor Rodolfo M. Sarmiento, quien desempeñó
esas funciones desde el 9 de mayo de 1887 hasta el 20 de julio, fecha
en que fue reemplazado por don Eriberto Mendoza, mientras él continuaba
como ministro dé Hacienda. A mediados de noviembre, cMendoza se hizo
cargo del gobierno en forma interina, por haber viajado a Buenos Aires
el titular con licencia por quince días. Concha falleció en San Luis el
7 de febrero de 1888, por lo que asumió provisoriamente el Poder
Ejecutivo don Ruperto Aguilera, vicepresidente primero de la
Legislatura, quien el 17 puso en posesión a don Mauricio j Orellano,
designado gobernador interino. El 29 de abril fue nombrado gobernador
propietario y el 8 de mayo prestó el juramento de estilo. Cuatro días
después confió el ministerio de Gobierno a don Adeodato l. Berrondo y
el de Hacienda, Justicia e Instrucción Pública al doctor Benigno
Rodríguez Jurado.
En julio de 1887 se autorizó a la Municipalidad de la Capital a
contraer un crédito en cuenta corriente en el Banco Nacional, por la
suma de diez mil.. pesos y con un interés del cinco por ciento
trimestral. El 8 de agosto fueron aprobados los trabajos del trazado de
la línea divisoria con Córdoba, desde la Lomita hasta el paralelo 35. Y
ese, mismo mes se ordenó levanta,r el plano catastral de Villa de
Mercedes, trabajo encomendado al agrimensor don Abel Gutiérrez, quien
debía tomar como base de la mensura el centro de la plaza 6 de
Diciembre.
Velando por la moral y el orden público, resentidos por los continuos
desórdenes que ocurrían en la 'ciudad, el 16 de mayo de 1888 se ordenó
al jefe de Policía pasar diariamente un parte detallado de las
novedades y mensualmente un cuadro de los arrestados, con radicacion de
nombre, sexo) motivo, tiempo de la prisión y castigo; dichos cuadros se
harían publicar "inmediatamente en todos 'los periódicos".
A fines de julio fueron designadas comisiones para gestionar la cesión
de terrenos destinados a la línea férrea dé Mercedes a La Rioja. El 8
de octubre se creó una oficina anexa a la Intendencia General de
Policía, para que formase el registro general de marcas y señales de
todos los departamentos. El 22 de ese mismo mes se designó a Antonio
Ardiles, Marcos Domínguez, Remigio Suaste y al agrimensor Agustín Muñoz
para que determinasen el terreno adecuado para la fundación del pueblo
"Coronel Pringles" en la región sur de la provincia, sobre la línea del
futuro ferrocarril entre Bahía Blanca y Mercedes. En esta población se
mandó comprar o expropiar una manzana para cederla al Departamento de
Obras Públicas de la Nación, a fin de que en ella se construyese el
Hotel de Inmigrantes.
Para regularizar el servicio médico y atender de una manera más seria
la salud pública, á mediados de diciembre se dispuso que ninguna
persona podría ejercer la profesión de médico, sin haber presentado
antes sus títulos al gobierno para que fuesen visados.
En mayo de 1889 se dictó un decreto destinado a reprimir la vagancia de
las mujeres y se estableció para ellas el boleto de conchavo; las que
se encontrasen sin él, "vagando o en los bailes, permitidos o no",
serían conducidas a la Casa del Buen Pastor. También en mayo el
gobierno aceptó la propuesta de Menichetti, Battini y Quadri para la
construcción del boulevard de la calle ancha del Norte.
El 15 de junio, la Legislatura aprobó el decreto de fecha 27 de mayo
que creaba la Oficina del Registro de Matrimonio Civil en toda la
provincia. A fines de julio se mandó mensurar el terreno destinado a la
población de Santa Rosa.
En el departamento Junín, lugar donde don Juan T. Zavala adquirió diez
manzanas para dedicarlas a viña, a razón dé quince pesos la manzana.
El 1º de enero de 1890 entró en vigencia el nuevo Código de
Procedimientos Criminales. De acuerdo con órdenes del Gobierno
Nacional, el 26 de julio se decretó la movilización de las milicias y
el ministro Berrondo debió trasladarse a" Villa de Mercedes para
organizar las fuerzas, ante la alarma proveniente de Buenos Aires. El
28 se dispuso que todos los habitantes entregasen las armas del Estado
existentes en su poder y el 29, por la noche, las calles de Mercedes:
fueron recorridas por una manifestación.. Este suceso fue el origen de
la creación de la Jefatura Política del Departamento General Pedernera
que se confió al coronel Antonio Ardiles por decreto del 29 de
noviembre, el que ponía de relieve el incremento de Villa de Mercedes y
el desarrollo de su progreso.
El 25 de febrero de 1891, "para garantir el orden y la seguridad
pública durante la lucha electoral", el gobierno dispuso invertir hasta
cincuenta mil pesos en aumentar las fuerzas policiales.
La ley promulgada el 14 de noviembre de 1888 creó un banco de emisión,
depósitos y descuentos que se denominaría Banco de San Luis, con casa
principal en esta ciudad.
Su capital sería de dos millones quinientos mil pesos, y el gobierno
contribuiría con seiscientos mil pesos oro procedentes del empréstito
autorizado por la ley del 24 de agosto.
Al senador Toribio Mendoza se le encargó gestionar la incorporación del
Banco de San Luis a la ley de Bancos nacionales garantidos. Para fundar
e instalar la institución, el gobierno designó un directorio provisorio
integrado por don Narciso G. Gutiérrez, el doctor Juan A. Barbeito, y
don José Espinosa.
En julio de 1887 asumió la dirección de la Escuela Normal de Niñas la señora Dolores Montero de Claveles.
En marzo de 1889, "para que la instrucción elemental se extendiese a
todas las clases sociales, principalmente a aquellas que necesitan del
trabajo para su subsistencia", el gobierno creó una escuela dominical
de mujeres, a la que los patrones o encargados de sirvientes podrían
mandar las niñas comprendidas entre 7 y 13 años, aunque también serían
admitidas "sirvientas hasta 45 años".' Por decreto del 6 de noviembre
de 1889 se dispuso que todos los maestros y alumnos normales, de ambos
sexos, que terminaran, sus estudios becados o subvencionados por el
tesoro provincial, estaban obligados a dedicarse al magisterio en las
escuelas públicas de San Luis.
En septiembre de 1888 se autorizó al presidente de la Comisión de
Educación a adquirir 250 ejemplares de la biografía del coronel Juan
Pascual Pringles, escrita por don José Juan Biedma, los que serían
destinados a las bibliotecas escolares. En los últimos días de mayo de
1889 se reorganizó la comisión para la estatua del héroe de Chancay,
que integraron entonces Ruperto Aguilera, Eulalio Astudillo, Felipe S.
Velázquez, Victorino Lucero y Juan T. Zavala.
Una ley promulgada el 3 de julio de 1888 aprobó el contrato celebrado
en noviembre del año anterior con Sartorio y Deluiggi para la
construcción de la iglesia matriz y destinó, para sufragar los gastos,
el producto de la venta de hasta doce leguas de tierras en el grado 36.
A mediados de 1887, mientras las carreras cada día despertaban más
entusiasmo, se abogaba por la supresión de las riñas de gallos. A fines
de mayo de 1888 se restableció la banda de música de San Francisco y en
1890, con motivo
de la estadía de don Quintino Bocayuva, el piano del Club Social fue
afinado por Santiago Seafati.
El 6 de agosto de 1887 se inauguró el teatro del Club Social,
presentándose la compañía lírico dramática por Manuel Pérez Padrón. Por
entonces se anunciaba la aparición de un folleto "impreso en el
Litoral" y titulado los Mendoza en San Luis.
En 1889 Peuser proveyó los primeros diplomas litografiados y las
carteras o carnets de cuero de Rusia, para los señores diputados.
Gobierno de Videla -Revolución de Teófilo Saa El doctor Jacinto Videla
-que se hizo cargo de sus funciones el 8 de mayo de 1891- designó
ministro general de Gobierno al doctor Juan Alejandro Barbeito, quien
prestó juramento el día 12. De inmediato, fundado en razones de
economía, inició una severa supresión de empleos, sin dejar por eso de
ubicar a gente de su confianza. Ordenó que en la administración nadie
podría tener más de un empleo y a los jubilados les hizo optar entre el
puesto o la jubilación.
Al suspender la remonta de la Policía, declaró que no existía motivo
para temer una alteración del orden y hasta consideró innecesaria la
Jefatura Política con asiento en Villa de Mercedes, población donde
ordenó una investigación al tener noticia de abusos que habrían sido
cometidos por empleados públicos.
En septiembre, los hermanos Levingston denunciaron amenazas hechas a
sus personas e intereses, por lo que el teniente Raúl Nievas fue
destacado en comisión a la Estanzuela, con instrucciones impartidas por
el ministro Barbeito. Don Antonio Alric, intendente municipal de esta
Ciudad, expresaba en octubre que las funciones del Concejo Deliberante
eran "poco menos que ilusorias", pues no se lograba quorum. El 14 de
noviembre, ante "reiteradas denuncias sobre agrupaciones ilegales
armadas con propósitos de perturbar el orden", el gobierno dispuso que
la Intendencia de Policía procediese inmediatamente a ordenar la
disolución de esas agrupaciones, facultándola para que, en caso de
necesidad, solicitase el auxilio de los ciudadanos.
Ante ese estado de alarma, el capitán del Ejército nacional don Mariano
Rodríguez fue nombrado "jefe del piquete y de los ciudadanos armados en
defensa de la tranquilidad pública". Con el pretexto de hacer arreglos
financieros con los representantes de la Banque Parisienne, atto
Bemberg y Compañía, el ministro Barbeito se trasladó a Buenos Aires el
16 de noviembre y el 17 el gobierno reclamó al ministro del Interior
por supuesta violación del secreto telegráfico, al transmitir
instrucciones al comisario Galán y al coronel Alzogaray.
El 27 de enero de 1892 Videla se ausentó de la provincia, dejando como gobernador interino al ministro Barbeito.
El 13 de febrero reasumió sus funciones y el 1º de marzo aceptó la
renuncia de su ministro. Por decreto del 23 de ese mes, designó
ministro de Gobierno y Justicia a don José Elías Rodríguez y de
Hacienda, Culto e Instrucción Pública a don Lindor L. Quiroga.
Con fecha 16 de agosto, Videla disolvió la Inspección de Guardias
Nacionales y para terminar la organización de los cuerpos comisionó al
coronel Antonio Ardiles. A mediados de noviembre se produjo un nuevo
cambio en el gabinete, pues don Celestino Jofré se hizo cargo de la
cartera de Gobierno, reemplazando a Rodríguez.
El 29 de julio de 1893, alrededor de las ocho de la mañana "el cuartel
de policía fue asaltado por los Radicales", según declaración de uno de
sus defensores, el soldado José Romero. Videla despachó telegramas
urgentes y recomendados a Barbeito, al presidente del Senado y al
presidente de la República. Pero la revolución triunfó, a costa de
algunos muertos: el capitán del piquete don Victoriano O'Connor, don
Leontes Videla y algunos soldados, Teodoro Velázquez, Eustacio Rosales,
Loreto Mansilla. El doctor Teófilo Saá asumió el gobierno provisorio y
ese mismo 29 designó ministro a don José María Tissera.
Uno tras otro, los nombramientos dieron nueva fisonomía a la
administración, a la vez que ponían de manifiesto el vigor de una nueva
mentalidad. Antonio Ardiles fue tomado
preso en Villa de Mercedes; en su quinta y en un campo frente a "El
Guanaco", se descubrieron "tres entierros de armas, municiones y
correajes".
Con fecha 9 de agosto, don José María Tissera pasó a desempeñar las
funciones de ministro de Gobierno y Justicia, en tanto que don Víctor
C. Lucero se hacía cargo de la cartera de Hacienda, Culto e Instrucción
Pública. Ese mismo día se declaró nulo el padrón electoral existente y
se reabrió por el término de un mes. También se ordenó a los
particulares hacer entrega de las armas del Estado, bajo pena de, multa
de 20 pesos por arma y de 10 pesos por paquete de munición. El 14 los
doctores Marcelino Ojeda y Valen Un Luco fueron designados Para
proyectar una ley de creación del registro de la propiedad, de
hipotecas, embargos e inhibiciones. Al jefe de la Oficina Topográfica
se le recomendó estudiar la operación catastral que se practicaba en
Buenos Aires, para proponer luego las bases de aquellos que podría
realizarse en la provincia. También el 14 el gobierno nombró una
comisión compuesta por los doctores Eleodoro Lobos, Juan M. Garro y
Mauricio P. Daract para que proyectase una nueva ley general de
elecciones. Manifestaba entonces el gobierno: "La creación del Registro
Cívico permanente, la representación de las minorías y la mayor
intervención del Poder Judicial en las decisiones de los comicios que
informa el nuevo derecho electoral inglés, son báses funda fuentales de
que no es prudente' prescindir al abordar la reforma proyectada".
Una ley nacional, de fecha 18 de agosto, declaró intervenida la
provincia y el 23 asumió sus funciones del interventor Daniel J.
Donovan, secundado por el secretario Pablo Lascano, a quien se sumó
días después el doctor Ramón J. Agüero para actuar como ministro de
Gobierno y Justicia. Donovan, que había anunciado "urnas libres y
ordenadas", accesibles a todos los partidos", el 22 de septiembre; se
marchó con licencia dejando en su lugar al general de división José
Miguel Arredondo; quien tuvo como secretario de Gobierno y Justicia al
ingeniero Carlos Aubone. La esperanza que significó la llegada de
Donovan fue barrida por los intereses políticos. Guardias nacionales
movilizados comenzaron a recorrer la provincia y el antiguo
revolucionario mitrista no dejó de cobrarse alguna vieja cuenta. En
noviembre, las meses inscriptoras del Registro Cívico no se
constituían, y el interventor amenazaba castigar a los que estaban
"obstruyendo el ejercicio del más alto derecho popular". Ese mismo mes,
a raíz de comentarios aparecidos en La Defensa sobre reunión de tropas
en los departamentos Ayacucho y Belgrano, exhonero a Adeodato Berrondo,
intendente municipal y supuesto autor de la nota, suspendiendo por
quince días al periódico. El 7 de noviembre, convocó a elecciones de
diputados y electores de gobernador, para el día 17 de diciembre. En
Villa de Mercedes se produjeron "algunas cuestiones entre ciudadanos de
distintos partidos políticos" pues, durante la inscripción en el
registro, "un representante del partido Radical sacaba copia a medida
que se inscribían", cosa que "un representante del partido Unión
Liberal pidió que se prohibiese". Arredondo, "para garantir la pureza
del sufragio y asegurar la tranquilidad y el orden durante la
inscripción en el Registro Cívico", recurrió a los jefes y oficiales
del ejército, "que no ofrecen dudas sobre prescindencia" y los designó
comisionados para vigilar dicha inscripción.
La primavera de 1891 convirtió a la langosta en problema de estado.
Desde entonces, se nombraron comisiones para combatirla y se destinaron
fondos apreciables, para el mismo fin. Videla, en enero de 1893, decía
que la plaga, en proporciones alarmantes, invadía la ciudad y amenazaba
la salud pública "por la gran cantidad que arrastran las acequias".
Por los mismos días don Luis R. Lucero –presidente de la Comisión de
Educación- afirmaba que "las escuelas no proporcionaban más apremiantes
de los deberes y derechos del ciudadano"; en consecuencia, invitaba a
Celestino Jofré, Carlos J. Rodríguez, Nicolás Jofré, Práxedes E. Míguez
y Víctor S. Guiñazú para que formulasen un proyecto de programa
detallado de educación cívica para las escuelas fiscales.
El gobernador Videla dictó diversos decretos destinados a encaminar la
acción de los vecinos para reparar los templos de la campaña. Barbeito,
el 9 de febrero de 1892, mientras estaba al frente del Poder Ejecutivo,
dispuso que en la Casa de Gobierno se conservasen "los retratos de
todos los Gobernadores que ha tenido la provincia, tanto en la época
constitucional como en la que le precedió, desde la división política y
administrativa de la Intendencia de Cuyo". En octubre de 1892 se
conmemoró solemnemente el cuarto centenario del descubrimiento de
América y en noviembre de 1893 se encargó a Adolfo Carranza Acosta
gestionar el cobro de los diez mil pesos que el Congreso había votado
para la estatua de Pringles.
Parnisari y Curioni prepararon, en noviembre de 1891, el mármol blanco
para el reloj de sol que se colocó en el frente de la Casa de Gobierno
-actual jefatura de Policía y también ese año se instalaron teléfonos
en los domicilios particulares del gobernador y del ministro. Ortiz
Estrada era la cabeza visible de la compañía "Tranway San Luis", cuyo
vehículo recorría la ciudad de norte a sur. Por entonces, el río traía
mucha agua y fue necesario construir defensas, trabajo que tuvo a su
cargo don Cruz Ortiz.
En Villa de Mercedes, en 1891, el oficialismo empasteló la imprenta del
periódico La Libertad, desde donde los hermanos Martín y Lucas Olguín
levantaban el pregón reaccionario. El 8 de septiembre de 1892 apareció
en la ciudad de San Luis el primer número de La Reforma, que se
declaraba "órgano de los Partidos del Acuerdo" y era dirigido y
administrado, según decía, por ascar Erinbawn.
Pocos días antes de la revolución del 93 se dispuso el remate de los
dos coches del Estado. Por entonces, los comerciantes rivalizaban
también en los nombres de sus negocios: "La Mariposa", tienda, mercería
y almacén de Alfonso Rollandini; "La Moderna", tienda, mercería,
ropería, almacén y barraca de Rodríguez, Tereso y Compañía; "La Suiza",
botería, zapatería y talabartería de Federico Heer;
"El Cosmopolita" almacén, ferretería y bazar de Salvador Scarpati; "La
Bella Italia" casa introductora por mayor y menor, de Antonio Latino e
Hijo"; "Almacén de la Buena Medida", de Florencio Giménez; "Botica del
Pueblo", de Francisco Epíscopo. Pero los revolucionarios se surtían en
lo de Alric o en lo de Romanella. Y, con libreta, en el negocio de Juan
Cacace.
Fuentes
Archivo Histórico y Gráfico de San Luis.
Archivo del Obispado de San Luis.
"El Oasis" -Periódico de intereses generales -San Luis, 1876 a 1887.
Gez, Juan W.: Historia de la provincia de San Luis, Tomo II. Buenos Aires, 1916.
Passarelli, Vicente: Historia de las revoluciones argentinas. Buenos Aires, 1957.